La salud del pelaje de tu gato es un reflejo de su bienestar general, y la alimentación juega un papel crucial en ello. Aquí te contamos cómo una dieta adecuada puede marcar la diferencia.

Claves para que un gato luzca saludable y feliz

Ácidos grasos Omega-3 y Omega-6: Estos son esenciales para mantener la piel hidratada y el pelaje suave y brillante. Sin embargo, el omega-3 necesita un llamado de atención: se degrada con el calor, la luz y el aire. La mejor forma de suministrarlo es a través de cápsulas de aceite de pescado de excelente calidad, como:

600 mg de EPA + DHA (360 mg EPA + 240 mg DHA)
300 mg de EPA + DHA (180 mg EPA + 120 mg DHA)

Leer la información nutricional es fundamental, y es importante comentarla con un veterinario o nutricionista. Para administrarlo, pinchá la cápsula con una jeringa con aguja y utilizá la dosis correspondiente. Lo que sobre debe guardarse en la heladera, y la jeringa debe taparse con su capuchón.
Otra forma de administrar omega-3 es a través de pescados azules. Los cornalitos y las sardinas son excelentes fuentes de omega-3. La cantidad a ofrecer se mide según la ración diaria que el gato consuma pero es el nutricionista quien podrá brindarte una dosis adecuada tras una consulta.

Proteínas de alta calidad: Los gatos son carnívoros obligados, lo que significa que necesitan proteínas de origen animal. Una dieta rica en proteínas ayuda a fortalecer los folículos pilosos y favorece un pelaje saludable.

Vitaminas y Minerales: Vitaminas como la A y la E, así como minerales como el zinc, son fundamentales para la salud del pelaje. Estos nutrientes ayudan a prevenir problemas como la sequedad y la pérdida de pelo.

Los gatos son únicos en su forma de hidratarse, ya que obtienen gran parte de su agua a través de lo que comen. Por ejemplo, un pajarito puede tener un 80% de agua en su cuerpo, mientras que un plato de croquetas de alimento seco contiene solo un 5% de agua. Por ello, es fundamental que lleven una dieta apropiada para su especie, lo que no solo beneficia su salud en general, sino que también contribuye a un manto saludable. De todos modos, siempre debemos asegurarnos de que nuestros animales tengan acceso a un cuenco de agua fresca.

¿A tu gato le cuesta tomar agua? ¡Probá con fuentes! Son una verdadera maravilla para estimular la hidratación. Y no olvides el caldo de huesos: es un excelente aliado para la nutrición de tu felino.

Un gato que se alimenta de croquetas secas, no solo tendrá un pelo hirsuto sino que vivirá en estado de deshidratación crónica leve.

Es importante tener en cuenta que muchos alimentos comerciales secos son ultraprocesados y no son la mejor opción para nuestros gatos: la materia prima es mala, aunque te lo vendan como premium y además, es seco. Dejo aquí el documental de Karen Becker para que veas qué es lo que ocurre en la industria de los mal llamados «balanceados».
Y aunque existen alternativas de viandas barf o naturales, siempre es esencial leer las etiquetas con atención y no confiarse demasiado. Hace unos meses, compré una marca que claramente agrega harina a los productos. ¿Cómo me di cuenta? Porque mis gatos empezaron a subir de peso y comían una ración mucho menor a la indicada.

Personalmente, prefiero preparar la comida de mis gatos, ya que cada uno tiene una formulación distinta según sus requerimientos específicos. Las dietas comerciales suelen tener una baja cantidad de taurina, por lo que siempre es necesario suplementar. Aquí es donde volvemos a insistir en la importancia de realizar estudios: un electrocardiograma puede revelar cómo está el corazón de nuestro michi. Por eso, estoy en total desacuerdo con la idea de cambiar la dieta sin consultar primero a un nutricionista o veterinario especializado en nutrición.

Antes de modificar la dieta de tu gato, es esencial realizar estudios completos como hemogramas, ecografías, electrocardiogramas y análisis de orina. Esto garantiza que la dieta se adapte al estado de salud del animal. Por ejemplo, un gato de 1 año con acceso al exterior tendrá más actividad que otro que se queda en casa, lo que influye en sus necesidades nutricionales.

Un pelaje opaco, seco o con caída excesiva puede ser señal de que la dieta no es la adecuada. Si notas cambios en el pelaje de tu gato, considera consultar a un veterinario para evaluar su alimentación.

Introduce cambios de forma gradual: Si decidís cambiar la dieta de tu gato, hacelo poco a poco para evitar problemas digestivos. Todo buen profesional te acompañará en la adaptación y cambio. Lo importante es la paciencia ya que como ellos se vuelven adictos al ultraprocesado, a veces se niegan a probar otras cosas.

Consultá a un veterinario: Siempre es recomendable hablar con un profesional antes de hacer cambios significativos en la alimentación de tus animales.

La alimentación es una de las claves para mantener un pelaje saludable en nuestros amigos felinos. Al elegir alimentos de calidad y asegurarte de que estén bien hidratados, estarás contribuyendo a su bienestar general y, por ende, a la belleza de su pelaje.

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