El manto del gato, además de hermoso es protector. No solo los ayuda a mantenerse calientes en invierno sino que amortigua el calor extremo y brinda información sensorial.
Los que tenemos felinos en casa prácticamente no sabemos lo que es usar un sweater negro libre de pelos. Y eso, en algún punto, nos llena de nostalgia. Es que el manto de los gatos siempre resulta algo controversial: si hay uno de estos animales en la casa, seguramente también habrá pelo en nuestra mesa, sillón, pantalón y notebook. Y salvo que seamos Grace Coddington (*), nuestra ropa nunca volverá a estar 100% impecable.
Por esta razón, los dueños y tutores de mascotas viven buscando en internet la solución mágica a este problema. Incluso, algunos han llegado hasta la locura de rapar al pobre gato. La Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA) explica que el manto de una mascota no solo funciona como aislante para el cuerpo sino que también lo protege contra las quemaduras solares y el cáncer de piel. Una buena alimentación (húmeda y biológicamente apropiada para su especie), un cepillado diario y paciencia, pueden mejorar mucho la situación capilar de nuestros felinos. El proceso de corte de pelo, además, es absolutamente estresante para ellos. No sometas a tu gato a un stress innecesario solo porque vos pensás que estará mejor pelado o para que tu sillón favorito se vea libre de pelos.
¿En qué situaciones límite podría ser “conveniente” cortarle el pelo al animal? La Dra Becker dice que si hay una razón médica para hacerlo, se puede proceder al corte. Algunos gatos que ya no pueden higienizarse correctamente o cuyo pelo está tan enredado que sufren al ser peinados o aquellos que no pueden limpiarse sus partes íntimas, tal vez necesiten un recorte en el área en cuestión.
También es importante recordar que a ciertos gatos les encanta que los peinen y algunos humanos disfrutan mucho haciéndolo; es un momento de «comunión» inter-especie pero hay otros, sin embargo, que son más ariscos y evitan todo contacto con el peine. ¿Es importante peinarlos? Desde luego que sí. Peinar a nuestro gato no solo es terapéutico sino que además, ayuda a eliminar exceso de pelo muerto, células muertas y suciedad. También es una muy buena manera de revisarlo y chequear si hay pulgas, deshechos de pulgas, caspa, piel reseca, lastimaduras, bultos, tumores, etc. El animal, cuando se alimenta de modo inapropiado (seco y de paquete), suele presentar un pelo hirsuto, lleno de caspa y esto también es importante notarlo porque es una de las «red flags» más claras que el gato nos envía.
Las quemaduras solares pueden ser un verdadero problema para los gatos cuya piel no está protegida por el manto.
Antes de adoptarlo, sabíamos que el pelo era parte del combo. Además, existen muchas formas de quitarlo de nuestras prendas sin dañar a nuestro «conviviente»: añadiendo 120 ml de vinagre en el cajón del suavizante. El ácido acético de este producto hará que los pelos se despeguen de las prendas. Seamos más respetuosos con ellos y aceptemos su naturaleza, su ser animal. Y nunca olvidemos: el manto del gato es protector.
(*) ex directora creativa de Vogue USA.
Un comentario en «El manto protector»