Llega el verano y nada más lindo que tener una casa grande con jardín y mucha vegetación. Y si además hay piscina, mucho mejor pero ¿qué ocurre si el gato se mete al agua? ¿Hay que tomar recaudos?


La natación es un ejercicio maravilloso para los perros pero siempre debe haber un adulto responsable supervisando antes, durante y después pero ¿qué pasa con los químicos que usamos para mantener el agua en condiciones? ¿Y si el gato también se mete al agua?

Mi gato se mete en el agua


Si tu gato quiere meterse en la pileta (no es lo ideal pero…) hay que evitar que trague agua y desde luego, tener mucho cuidado con el cloro. El agua clorada, al igual que otros derivados de desinfección, son riesgosos.

1. El cloro

La mejor opción sería que el gato no entrara en la pileta pero si realmente está empeñado en hacerlo hay que procurar que no trague agua. El cloro se utiliza para desinfectar el agua y forma parte del proceso de saneamiento de aguas residuales y desechos industriales pero además se puede encontrar en muchos productos de limpieza, pesticidas, solventes clorados, etc. Por eso no es algo que uno desee que sus animales ingieran por accidente.

Los chapuzones siempre deben ser muy breves y una vez que haya terminado de nadar, hay que enjuagarlo muy bien para eliminar los productos químicos residuales de su manto. Y lo mismo hay que hacer con los perros. Luego, hay que secarlos muy bien con la toalla y a descansar.

2. Estar atentos

Hay que vigilar a los animales igual que a los niños muy chiquitos. Si el gato cae por accidente en la pileta, podría ser muy peligroso: al tener instinto de supervivencia, seguramente va a flotar y nadar sin ayuda pero tal vez no sepa como salir. ¡Y es ahí donde está el verdadero riesgo!

También es muy importante no obligar a nuestros animales a meterse al agua. Obvio, si hay perros en la casa, es fundamental enseñarles a nadar. A los gordos de mi familia, Bestia y Arnold, les costó mucho el tema porque el «culito» les pesaba y no querían meterse pero con mucha paciencia y amor aprendieron y hoy, si se caen por accidente, pueden manejarse bastante bien hasta que alguien los ayude a salir pero con los gatos es muy diferente aunque también pueden aprender.

3. SENTIDO COMÚN

Todo es que parece obvio a la vista de muchos, no lo es. Hay mucha gente que tira a sus animales al agua por diversión o los obliga a meterse a la pileta porque «hace calor, refrescarse está bueno» y no mide las consecuencias. Además, es factible que si no se los acostumbra de chiquitos, nunca lo acepten por completo y está perfecto. ¡Son gatos y puede que para ellos no sea necesariamente una experiencia calmante, relajante y placentera como para vos! Entonces:

1) No obligues al gato a meterse al agua para hacerle foto para instagram.
2) Si se mete al agua por su cuenta, que sea siempre con supervisión y tomando recaudos.
3) No puede permanecer mucho tiempo en la pileta. Unos minutos y basta.
4) Siempre en horarios prudentes.

4. Tomando precauciones
Ella es Carmela.

Nuestro amigo Flavio, por ejemplo, tapa la pileta durante el invierno porque sabe que su gata Carmela es tremenda. ¿Qué hizo la gata después? Se tiró a dormir sobre la red de protección.

También se puede instalar una alarma que suene si hay movimiento en el agua. Esto también es útil cuando hay niños chiquitos en el hogar. Y si el gato o perro se meten en el agua, pongan rampas. Es muy importante que sepan exactamente dónde están los puntos de salida. Y las rampas, además, les darán confianza y comodidad.

Y recuerden: siempre hay que hablar con un buen veterinario holístico para buscar asesoría y despejar dudas y temores.




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