La televisión y los comics han fomentado los mitos sobre los gatos y el pescado. ¿Puede nuestro gato consumir atún enlatado? No.
Es cierto que el atún es práctico, viene en lata, el olor es intenso y a ellos les encanta. También nos puede sacar de algún apuro pero no es un alimento felino natural.
Lamentablemente, el alimento enlatado al igual que sucede con los ultraprocesados, está elaborado con los restos en descomposición de la industria pesquera. Además, muchos tutores alimentan a sus animales sin haber hecho estudios de control y si existe una enfermedad renal subyacente, el exceso de fósforo y magnesio de estos productos podría ser muy riesgoso.
Hace unos meses, tuve que incorporar «latitas» Agility en la dieta de mis gatos porque Curni Lov no aceptaba el alimento y necesitábamos un «anzuelo» para que todo volviese a la normalidad. Gabriela Despuys, veterinaria y nutricionista, nos recomendó usar las de pollo o carne y descartar las de sabor a pescado. Y eso hicimos. Si revisamos la cadena alimentaria, veremos que los peces depredadores están en la parte superior. Esto significa que pueden contener niveles muy altos de metales pesados, PCB-153 y otras toxinas.
«En 2016, científicos de la Universidad de Nevada, Reno (UNR), midieron el mercurio en más de 100 alimentos para perros y gatos en el mercado. Sus resultados mostraron que algunos de los alimentos para mascotas tenían niveles de mercurio por encima de lo que se considera seguro«. La veterinaria Karen Becker, agrega que «gran parte de la harina de pescado en los alimentos para mascotas se conserva en gran medida durante el proceso de fabricación, a menudo con una sustancia química llamada etoxiquina, que se sabe que causa cáncer».
El gato caza animales pequeños que están en su zona de influencia y el atún, por ejemplo, no entra en esta categoría. Ahora que ya analizamos el mito del pescado como alimento apropiado, ¿en qué momento podemos utilizarlos y de qué modo? Los cornalitos y las sardinas (pescados azules) se usan enteros y como aporte de Omega3. Las sardinas al ser de mayor tamaño, son más adecuadas para perros pero se pueden servir en rodajas como snack y siempre dosificadas según indicación del veterinario-nutricionista. Ahora bien, si hay un problema digestivo o se necesita hacer dieta blanda sí se puede usar un pescado blanco como el filet de merluza sin espinas. Al pescado magro es ideal para usarse en casos puntuales al igual que la pechuga de pollo. ¿De qué modo se sirve? Sellada o cruda. Si vamos a usarla cruda, debe haber estado en el freezer por un mínimo de 7 días.
Nota: Siempre que un animal tenga un problema digestivo, debemos consultar con nuestro profesional de confianza.
"Una mezcla rica en fósforo y magnesio, que puede ser un problema grave en gatos con antecedentes de trastornos del tracto urinario o enfermedad renal".