Hubo una época en que pensaba que los vómitos en los felinos eran algo frecuente, especialmente si se trataba de bolas de pelo. Sin embargo, vomitar de forma constante no es normal. ¿Qué puede estar sucediendo?
El vómito es un signo clínico que puede estar asociado a múltiples procesos patológicos en los gatos. Aunque no todos los episodios revisten seriedad, cuando se vuelven crónicos, es fundamental consultar al veterinario para analizar al animal y determinar la causa subyacente. No todos los tipos de vómito son iguales, y si tenés gatos, probablemente hayas aprendido a distinguirlos. Personalmente, puedo diferenciar claramente los vómitos por gastritis (y estrés), de las bolas de pelo, los atracones, o aquellos que ocurren por demoras en servir el alimento. Incluso reconozco cuando mi gata vomita debido a la constipación. Recuerda que no es normal que nuestro gato viva vomitando, y es esencial prestar atención a cualquier cambio en su salud.
Normalicé los vómitos durante los primeros cinco años de vida de mi gato, Amtommio. Busqué en Google las causas y, en su mayoría, todas decían lo mismo: “bolas de pelo”. Pero luego, gracias a una de las veterinarias que lo atendió durante su enfermedad, comprendí que no solo no era normal que vomitara tres veces por semana, aunque fuera un gato de pelo largo, sino que eso podría ser un indicativo de que algo no andaba nada bien.
Tipos de vómito
Los vómitos pueden clasificarse por su cronicidad y por su apariencia. Hablando de cronicidad, tenemos dos categorías: los vómitos agudos (que duran menos de 5 días) y los crónicos (que aparecen de forma recurrente o se extienden durante más de 5 días).
Con sangre fresca: Este tipo se presenta con una tonalidad rosada o con pequeños hilos de sangre sin digerir. Si alguna vez has tenido tos con flemas o has vomitado durante una gastroenteritis, sabrás muy bien cómo es el aspecto de este tipo de vómito.
Alimenticio: Es claro y contundente, generalmente contiene alimento sin digerir o parcialmente digerido. Esto puede deberse a que el gato devora su comida o se da atracones, como le sucede a uno de los míos, aunque también podría tener otras causas.
Transparente o espumoso: Este tipo ocurre cuando el estómago está vacío. Los gatos son rutinarios y suelen anticipar su próxima comida. Por ejemplo, en casa, mis gatos toman su primera ración a las 9 de la mañana, por lo que suelen liberar ácido clorhídrico, jugos gástricos y bilis aproximadamente una hora antes de esa hora. Si la comida no llega a tiempo (porque nos quedamos dormidos, no estamos en casa o se nos olvida descongelar el alimento), es probable que vomiten líquido transparente. Sin embargo, también podrían haber otras razones para este vómito.
Amarillo o bilioso: Se asocia con reflujo duodenogástrico o enteritis de intestino delgado.
Con gusanos o larvas: Indica una posible infestación parasitaria que requiere atención veterinaria.
Estercoráceo o fecaloideo: Este tipo de vómito podría sugerir la presencia de sangre y requiere una consulta veterinaria para confirmarlo. También puede indicar la posible presencia de parásitos internos, neoplasias o varices gástricas o intestinales.
Vómito proyectil: Como su nombre indica, este tipo de vómito es impulsivo, sin náuseas ni arcadas, y podría ser un signo de obstrucción pilórica.
La importancia del consultar al veterinario
En el episodio #120 de nuestro podcast, hablamos sobre el tema y compartimos el testimonio de Penélope, una seguidora cuya gata, Solcito, no solo vomita con frecuencia, sino que también se arranca el pelo debido al estrés. Es crucial recordar que una de las causas más frecuentes del vómito en nuestros gatos está relacionada con una mala alimentación, por lo que siempre es importante hablar con el veterinario de cabecera para descartar patologías o problemas.
Conclusiones
Si observas que tu gato presenta este tipo de episodios con frecuencia, es fundamental que hables con tu veterinario. Aunque algunos casos pueden ser inofensivos, otros pueden ser un signo de problemas de salud más serios. Conocer a tu gato y sus hábitos es clave para identificar cualquier cambio que pueda ser motivo de preocupación.