Una veterinaria me dijo que los felinos no suelen mordisquear ningún tipo de vegetación salvo que necesiten purgarse. «El alimento ultraprocesado les provoca acidez y por eso comen hojas y vomitan», insistió y me pareció lógico. Sin embargo, siempre creí que había algo más detrás de la relación de los gatos y las plantas.

En casa de mis padres hay un jardín enorme y uno de mis primos tiene una casa repleta de vegetación pero yo nunca logré conectar con eso. Me resulta tedioso hacer jardinería aunque considere que el contacto con la tierra es lo mejor que nos puede pasar. No obstante, durante un tiempo muy breve tuve una planta en mi cocina que no sé de dónde salió. Creo que duró un año, hasta que llegó el Dr. Oli Shapiro, tiró la maceta, destrozó las hojas y la flor y el romance terminó. No digo que no me encante el «verde Pinterest» pero si tengo que poner en una balanza mis prioridades, me quedo con los gatos.
Ahora bien, el alimento seco o «balanceado» es contraproducente para los animales en todos los sentidos. Creo que no existe ni una sola cosa buena en esa croqueta momificada que los humanos ponemos en sus platos. Porque además de dejar al gato en estado de deshidratación crónica, también los constipa. Entonces, al comer plantas, ellos están tratando de satisfacer una necesidad: conseguir una buena dosis de fibra.
Curiosity Killed the Cat

Los gatos, por ejemplo, son muy curiosos. Y gran parte de esa exploración comienza a través de la boca. Primero se acercarán, olfatearán y luego morderán y masticarán lo que sea. Si les gusta el sabor, volverán a hacerlo. El problema es que mucha de la vegetación que tenemos en nuestra casa es peligrosa para gatos, perros y niños. Al no tener plantas en casa, nunca me preocupé por este punto hasta que el gato de una amiga se intoxicó con laurel. Y me puse a leer sobre el tema para ayudarla.
Desde ese momento, en cada foto que veo de seguidores y conocidos hay un gato y una planta peligrosa para la integridad del animal al lado. «No toca, ni las mira», me explican pero permítanme dudar. Y dejar aquí, algunos consejos para armar unas lindas macetas con plantas aptas para felinos porque como sabemos, hay muchas como el potus o la hortensia, que son muy tóxicas. Además, ninguno toca, olfatea o muerde hasta que toca, olfatea, muerde y termina en una guardia veterinaria.
Un poco de fibra
Mi segundo consejo es que cambies de alimentación. Basta de ultraprocesados. Nuestros animales merecen alimentarse con comida real, apta para su especie. Y en una formulación correcta, siempre habrá fibra suficiente para que ese gato o perro empiece a mover el vientre de forma adecuada. ¿Dejarán, entonces, de masticar plantas? NO. Los felinos son cazadores y aman el movimiento. ¿Cómo resistirse a unas hojas bamboleantes? ¡Imposible! Y porque la curiosidad va más allá de la nutrición: algunos, incluso, mastican plantas porque están aburridos. Por esto y para quedarnos seguros, no hay nada mejor que prevenir: cualquier planta, incluso las que no son venenosas, podría irritar el estómago del animal.
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