La peor pesadilla de un fan de los animales es no poder compartir espacio con ellos por cuestiones de salud. Por suerte, no todo está perdido ya que se puede minimizar las alergias a los gatos.


Cuando alguien es alérgico a los felinos, el consejo más común que dan algunos médicos es deshacerse del animal. Incluso suele ser nuestro impulso primario ya que vivir con los ojos rojos, rinitis, estornudos y problemas respiratorios no es nada placentero. Y esto, en el mejor de los casos pero… ¿Se puede minimizar las alergias a los gatos?

¿Se pueden minimizar las alergias a los gatos?

1. Vayamos por partes.

Lo primero que uno debería hacer cuando aparecen las alergias es revisar su alimentación y todos los procesos o cambios a nivel emocional. Porque es muy fácil atacar la causa sin revisar el problema real dado que es más trabajoso.
Sin embargo, ese es el primer gran paso. En 2013, mi vida se revolucionó por completo: en menos de una semana perdí mi trabajo soñado, me separé y murió mi papá. Y la reacción no se hizo esperar: tuve un rash en la piel y un brote asmático. Entraba y salía de guardias todo el tiempo y el salbutamol no solo me daba taquicardia sino que además, me provocaba temblores en todo el cuerpo. Esto cambió cuando mi médica, Patricia Farese, me recomendó una dieta estricta sin lácteos ni harinas y un remedio alopático maravilloso. En un par de días todo volvió a la normalidad y dejé el tubo de oxígeno para siempre. Obvio, esto debió ser acompañado de terapia, caminatas y meditación.

Por suerte, hay profesionales holísticos (Male Ramos Mejía, Patricia Farese, Marina Romiglia, Florencia Dafne Raele) que creen firmemente que el ser humano es un todo y que lo emocional está íntimamente ligado a cada dolencia. Y que las harinas, azúcares, lácteos y ultraprocesados son los causantes de muchos males. Lamentablemente, no todos están dispuestos a hacer un cambio tan radical en su dieta porque «el gluten es rico y adictivo y ni loco abandono el vino, los quesos y la focaccia». Pero si la respiración sibilante no te deja pensar, la primera parada, será consultar con un muy buen profesional holístico y arrancar el cambio de hábitos.

2. Soy alérgica a mi gato

Hay muchas razones por las que los animales regresan a los refugios y una de ellas es la alergia que producen a sus humanos. Y si bien hay muchos que deciden poner fin a la relación sin demasiado preámbulo, también es cierto que otros, dependiendo de la gravedad del cuadro, eligen seguir adelante a pesar de todo.

Esta mañana encontré el mensaje de Marina, una amiga-seguidora desesperada porque luego de siete años de convivencia inter-especie, arrancaron los estornudos. Y eso solo fue el comienzo ya que el romance terminó con un feroz ataque de asma. ¿Marina está atravesando muchos cambios fuertes a nivel emocional? La respuesta no debería sorprender a nadie.

Lo principal, entonces, es no perder la calma ni divorciarse del animal y tomar cartas en el asunto. Revisar muy bien todos los cambios que estamos atravesando y sacar al gato de la habitación, al menos hasta que todo esté bajo control de nuevo. Ohmmmm.

3. No es el pelo sino el Fel-d1.


¿Sabías que no es el manto del gato lo que desencadena los síntomas de alergia, sino pequeñas escamas de piel, llamadas caspa? Por esta razón no existen los gatos hipoalergénicos. Obvio, también puede que vos seas sensible a la saliva del animal, a la que quedás expuesto al acariciarlo o al entrar en contacto estrecho con él. No obstante, el mayor problema suele ser la proteína FEL-d1 que se encuentra tanto en la caspa, como en la saliva. Incluso hay algunas personas que son alérgicas hasta a la orina de los gatos.

4. Manos a la obra.

La limpieza y el orden es fundamental. Hay que aspirar todos los días, toda la casa. Ventilar muy bien los ambientes y purificar el aire. El dormitorio debe ser un lugar sagrado y debe estar libre de gatos. Lo siento.
¿Qué más? Despedirse de las alfombras. En casa teníamos una divina y hubo que regalarla porque era imposible sostener esa relación. También es importante cambiar las sábanas cada 3 días y lavarlas con agua caliente y vinagre.
¿Vas a jugar con el gato? Perfecto: lavate las manos antes y después. Y date una ducha antes de acostarte.

5. La dieta.

No solo es importante nuestra alimentación sino también la de nuestros animales. Gatos y perros son carnívoros y es fundamental que ellos reciban una dieta apropiada para su especie, libre de granos, anti-inflamatoria y equilibrada. Al bajar los alimentos de pésima calidad (ultraprocesados) que comen, se minimizará la calidad alergénica de su saliva. Si tienen dudas y preguntas sobre dietas fisiológicas, pueden escribir a migatodinamita@gmail.com.



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