La televisión y los comics han fomentado los mitos sobre los gatos y el pescado. ¿Puede nuestro gato consumir atún enlatado? No.
Es cierto que el atún es práctico, viene en lata, el olor es intenso y a ellos les encanta. También nos puede sacar de algún apuro pero no es un alimento felino natural. Lamentablemente, el alimento enlatado al igual que sucede con los ultraprocesados, está elaborado con los restos en descomposición de la industria pesquera. Además, muchos tutores alimentan a sus animales sin haber hecho estudios de control y si existe una enfermedad renal subyacente, el exceso de fósforo y magnesio de estos productos podría ser muy riesgoso.
Hace unos meses, tuve que incorporar «latitas» Agility en la dieta de mis gatos porque Curni Lov no aceptaba el alimento y necesitábamos un «anzuelo» para que todo volviese a la normalidad. Gabriela Despuys, veterinaria y nutricionista, nos recomendó usar las de pollo o carne y descartar las de sabor a pescado. Y eso hicimos. Si revisamos la cadena alimentaria, veremos que los peces depredadores están en la parte superior. Esto significa que pueden contener niveles muy altos de metales pesados, PCB-153 y otras toxinas. «En 2016, científicos de la Universidad de Nevada, Reno (UNR), midieron el mercurio en más de 100 alimentos para perros y gatos en el mercado. Sus resultados mostraron que algunos de los alimentos para mascotas tenían niveles de mercurio por encima de lo que se considera seguro«. La veterinaria Karen Becker, agrega que «gran parte de la harina de pescado en los alimentos para mascotas se conserva en gran medida durante el proceso de fabricación, a menudo con una sustancia química llamada etoxiquina, que se sabe que causa cáncer».
El gato caza animales pequeños que están en su zona de influencia y el atún, por ejemplo, no entra en esta categoría. Ahora que ya analizamos el mito del pescado como alimento apropiado, ¿en qué momento podemos utilizarlos y de qué modo? Los cornalitos y las sardinas (pescados azules) se usan enteros y como aporte de Omega3. Las sardinas al ser de mayor tamaño, son más adecuadas para perros pero se pueden servir en rodajas como snack y siempre dosificadas según indicación del veterinario-nutricionista. Ahora bien, si hay un problema digestivo o se necesita hacer dieta blanda sí se puede usar un pescado blanco como el filet de merluza sin espinas. Al pescado magro es ideal para usarse en casos puntuales al igual que la pechuga de pollo. ¿De qué modo se sirve? Sellada o cruda. Si vamos a usarla cruda, debe haber estado en el freezer por un mínimo de 7 días. Nota: Siempre que un animal tenga un problema digestivo, debemos consultar con nuestro profesional de confianza.
"Una mezcla rica en fósforo y magnesio, que puede ser un problema grave en gatos con antecedentes de trastornos del tracto urinario o enfermedad renal".
Muchos gatos se enferman debido a las dietas secas a base de trigo, almidón, harinas de baja calidad y exceso de sodio. La alimentación es un factor fundamental a la hora de hablar de la salud de nuestros gatos. Y esto va de la mano con una buena hidratación.
1. Carnívoros absolutos. Los gatos son carnívoros absolutos descendientes de los felinos que viven en el desierto. Y como allí no hay muchas fuentes de agua, tienen menos impulso de sed que otros animales. ¿Es posible que su hidratación se lleve a cabo solo a través del alimento? Desde luego, dado que una presa (rata, ratón, ave) tiene un 80% de agua en su composición.
Además, han sido lo suficientemente inteligentes y oportunistas para saber que si encontraban una fuente de agua en movimiento, también podían beber de ella. Ningún ser vivo puede sobrevivir sin agua, algo fundamental a la hora de hablar de la salud del tracto urinario y los riñones. Y lo cierto es que los felinos que comen una dieta barf, consumen el doble de agua que aquellos que solo tienen a su alcance un cuenco de croquetas secas, reforzando así su nivel de hidratación diaria.
En la actualidad, la mayoría de los gatos que se alimenta con ultraprocesados vive en estado de deshidratación crónica, ya que el agua que consumen no es suficiente y la comida seca no alcanza a cubrir sus requerimientos básicos: un gato de 4,5 debería beber aproximadamente unos 240 mililitros de agua al día. Lo ideal, entonces, es darle al animal una nutrición (fisiológica) apropiada para su especie (fresca, húmeda y balanceada según edad, peso y estado de salud). Ahora bien, si no podés por alguna razón o no tenés tiempo, hay que incentivarlo a beber de otra forma, sobre todo teniendo en cuenta los problemas renales y de tracto urinario que una hidratación deficiente puede provocar.
2. Haciendo un poco de orden.
Como lamentablemente se han puesto de moda los comederos y bebederos altos que dañan los bigotes o aquellos que vienen en dos tazones en una misma base, lo primero que hay que hacer es cambiarlos por un bowl de vidrio de boca ancha para el agua y un plato playo de loza para la comida. Luego, hay que separar el cuenco de agua del plato de comida y de la caja sanitaria. En la naturaleza, leones, tigres y gatos beben de lugares alejados de su zona de alimentación. Esto les ayuda a sobrevivir sin enfermar ya que la proximidad de la presa (animal muerto) al agua podría haber provocado bacterias en el interior de este último causándole problemas de salud. No debemos olvidar que al ser cazadores solitarios no necesitan de un otro para cazar y tampoco comparten alimento.
3. El agua en movimiento. Los gatos, por lo general, se sienten atraídos por el agua en movimiento porque saben que tienen menos bacterias: al tener un olfato preparado para la supervivencia, pueden sentir el olor de las mismas en el agua. Entonces, lo ideal será colocar un par de fuentes en puntos estratégicos de la casa. Las fuentes, al ser abiertas, permiten que las vibrisas se mantengan libres de stress y que ellos tengan una experiencia visual, olfativa y gustativa muy agradable.
Los humanos no somos demasiado conscientes del paso del tiempo en nuestros animales y tal vez por eso, nos cuesta tanto entender la importancia de la visita veterinaria cada seis meses, sobre todo cuando se trata de gatos mayores.
Se dice que un gato es oficialmente viejo cuando llega a los 10 años, sin embargo, en la actualidad, la mayoría vive muy bien hasta los 15, pudiendo prolongar su vida hasta los 20. En parte, esto se debe a los cuidados que recibe (alimentación adecuada para su especie, juegos y motivación, seguridad indoor, etc).
Esto no significa que los gatos mayores no se estresen con más facilidad que un animal joven y por eso es fundamental que la visita al veterinario sea semestral. Y después de los 10 años, debemos incluir un electrocardiograma. En este punto, la caja de arena debe ser siempre cómoda y baja para que pueda entrar y salir de la misma con facilidad. No nos olvidemos que el gato es muy hábil para esconder dolores de todo tipo y malestares propios de una artritis, por ejemplo. También es fundamental respetar sus rutinas y horarios de comida. Si le das de comer a las 8 de la mañana y a las 20, esos serán sus horarios. Y por lo tanto, comenzará a anticipar su próxima comida con antelación, preparando su sistema digestivo a las 7 y 19 horas respectivamente.
Mi gato Dr. Oli Shapiro, que cumplirá 13 en diciembre, ha comenzado a vocalizar más que de costumbre y solo se calma cuando le hablo. Si este es el caso de tu felino, llamalo por su nombre y hablale, aún cuando sea en medio de la madrugada. El sonido de tu voz lo ayudará a sentirse seguro. Y si le gusta pasar más tiempo en soledad, aprovechá para armarle un refugio cálido y confortable para que su vejez sea placentera pero siempre sin olvidar la interacción. Una caricia, peinarlo siempre a la misma hora o algún juego no muy brusco será algo muy gratificante para él. En casa, además, utilizamos feromonas y flores de Bach para ayudarlo a bajar su nivel de ansiedad. Y una vez al día, ponemos música relajante para gatitos.
Algo no menor, y que veterinarios amigos siempre me comentan, es que los guardianes de animales no registran demasiado lo que pasa en la casa hasta que ya es demasiado tarde. Aprendamos, entonces, a ser observadores: ¿consume suficiente agua? ¿está comiendo regularmente o perdió el apetito? ¿Se confunde o está más agresivo? ¿Qué pasa con la orina? ¿Se aisla? ¿Tiene dificultad para respirar? ¿Le cuesta entrar y salir de la caja de piedritas? ¿Cuántas horas duerme? Podés llevar un block de notas pero siempre sin ponerte obsesiva.
Algunos gatos mayores empiezan a tomarse su tiempo para comer: prueban un bocado, se van y vuelven para comer un poco más. Si ves que tu gato no pierde el apetito y que, en general, come toda la ración, dejalo tranquilo. Y que él maneje su ritmo.
Nota: los animales deben comer una ración diaria de acuerdo a su peso, estado de salud y edad. Si llenás el plato de alimento, nunca vas a poder controlar lo que ingiere. En cambio, si dosificás las raciones y las repartís a lo largo del día, la falta de apetito quedará rápidamente a la vista.
Los veterinarios «old school» siguen recomendando arroz para detener la diarrea en animales. Y lo único que se consigue con este cereal es inflamar aún más el intestino.
A veces una simple alteración en la alimentación del gato puede provocar una diarrea. Alimentos tóxicos, bacterías, parásitos, algún virus, plantas tóxicas, cambios en la dieta, stress, etc, son algunas de las causas más frecuentes.
1. Primera parada: veterinario.
Nuestro consejo es llamar al veterinario y explicarle la situación y para eso, debemos evaluar el estado de ánimo del animal, si tiene apetito, está decaído o juega como de costumbre y cómo está su relación con la caja de piedritas. Parece obvio resaltar esto pero muchos tutores no tienen idea de cómo se comporta el animal y cuando el profesional pregunta, no saben qué responder. Entonces, hay que observarlo muy bien. Es probable que, además, te solicite una foto de las deposiciones para indicarte cómo seguir y si debés llevarlo o no a consulta.
2. La dieta.
Algunos veterinarios “old school” siguen recomendando arroz para estos casos pero este cereal es pro inflamatorio: al ser un carbohidrato muy almidonado suele fermentarse en el tracto grastointestinal. Además, los carnívoros como perros y gatos no tienen vías adecuadas para procesarlo, razón más que suficiente para descartarlo. Lo ideal, entonces, es hacer dieta blanda + caldo de huesos para rehidratarlo por unos días hasta que la situación se normalice. ¿En qué consiste? Pollo magro (pechuga) a la plancha y puré de calabaza al vapor. Una vez que la diarrea pase, se le puede agregar sopa del moro. Además, si tu veterinario te da el okey, podés dejar que el gato pase un día a caldo de huesos para descansar el intestino y luego, recién, incorporar la dieta blanda.
Sopa de moro:
500 gramos de zanahorias 1 litro de agua 1 pizca (PIZCA) de sal.
Preparación: cortamos las zanahorias en trocitos y las ponemos a hervir en 1 litro de agua durante una hora a hora y media, aproximadamente. Mientras chequeamos la cocción, podemos ir agregando más agua hasta llegar al litro de sopa. Una vez que está lista, pasamos por un mixer o procesadora. Añadimos una pizca de sal marina. Y listo.
La sopa del moro es una sopa de zanahoria que funciona como remedio casero (muy eficaz) para tratar la diarrea.
Caldo de huesos:
En una cacerola, ponemos agua limpia y filtrada. La cantidad de agua va a depender de la cantidad de caldo que uno desee preparar. A mí me gusta tener un recipiente en el freezer, para cubrir cualquier eventualidad y por eso siempre hago un poco más.
¿Qué huesos vamos a elegir? Cualquiera. Pueden ser de vaca o de pollo, en lo posible orgánico, o los llamado «huesos para caldo» que venden en las carnicerías. También podemos usar un pollo entero o hueso con carne, sobre todo si el animal se niega a comer y hay que tentarlo con algo sabroso. Los ponemos en la cacerola con el agua, agregamos un chorro de vinagre de manzana (el ácido acético ayuda a que se desprendan todos los minerales en la cacerola) y dejamos cocinar unas 4 horas a fuego mínimo. Si pusimos hueso con carne, vamos a notar que ésta se desprende fácilmente del hueso. Entonces, apagamos el fuego y colamos muy bien. Los animales NUNCA deben comer huesos cocidos por eso, una vez que terminamos de hacer el caldo, hay que colar todo y esos huesos se tiran. Si querés seguir haciendo caldo de huesos más concentrado, podés retirar la carne y la primera tanda de caldo y en otra cacerola limpia, volver a poner agua, vinagre y los huesos y cocinar por 12 horas o, si te animás, 24 horas. Siempre a fuego mínimo. Los humanos también podemos consumirlo. Es mágico.
Nota: la sopa y el caldo se sirven tibios, casi a temperatura ambiente. Si gato y perro están bien de ánimo y tienen apetito y no han perdido su estilo diario, pueden tomar esto sin problema pero están decaídos, urgente al veterinario.
«Para tratar un episodio temporal de diarrea en casa, recomiendo un ayuno a corto plazo seguido de una dieta blanda de pavo cocido, sin grasa y calabaza enlatada 100 % pura». Karen Becker.
Tanto gatos como perros tienen más posibilidades de vivir libres de enfermedades evitables y bien nutridos con una alimentación adecuada. Y esto excluye la comida de paquete, mal llamada balanceada. ¿Cuál es la razón? Podríamos hacer una lista interminable de razones pero vamos a enumerar solo algunas:
-Alimento seco. (El agua es fundamental para cualquier ser vivo y más para los gatos que se hidratan a través de lo que comen) -tienen carbohidratos -tienen mucho sodio -la materia prima es deficiente (lean las etiquetas)
1. La croqueta momificada
Para poder armar o dar forma a la famosa croqueta, los ingredientes (pico, huesos, pollos no aptos para consumo humano, huevos sin desarrollar, estiercol, etc) deben estar sujetos a altas temperaturas durante mucho tiempo. De este modo se mata cualquier bacteria que pudiera tener la galleta, alterando y destruyendo los pocos nutrientes del producto. «Tenga en cuenta que los alimentos secos no se refrigeran. Y permanecen en almacenes cálidos, en los estantes de las tiendas y en alacenas durante semanas o meses antes de que sus mascotas los consuman», apunta Lisa Piersonde Catinfo. Y agrega:«Las grasas pueden volverse rancias fácilmente y las bacterias proliferarán en este tipo de ambiente».
Por eso, cuando uno toma la decisión de adoptar responsablemente un animal, debe meditar sí o sí respecto de la alimentación que le brindará. Todos coincidimos en que la comida de paquete es práctica pero lamentablemente, la peor elección que podemos tomar (y la más cara). Los ultra procesados pueden provocar enfermedades graves, dolorosas, muy costosas y evitables. Además, es totalmente ridículo pensar que un carnívoro (estricto, en el caso del gato y carroñero, si hablamos del perro) pueda alimentarse a base de harinas de mala calidad y subproductos y, aún así, mantenerse saludable.
2. Alimentación adecuada.
Cada vez hay más veterinarios expertos en nutrición que desestiman completamente las croquetas secas. Los gatos necesitan taurina, por ejemplo. Muchos alimentos (secos y frescos) vienen con deficiencia de taurina. ¿Qué produce la falta de este aminoácido? Graves problemas de salud en felinos, incluyendo enfermedades cardiovasculares y ceguera.
Las afecciones se elaboran mucho antes de que el ser vivo las note y ni hablar de un gato, que es escondedor por naturaleza. Por eso tan importante usar la nutrición fisiológica como modo de prevención: una alimentación rica en agua ayudará al buen funcionamiento del tracto urinario.
¿Cuál es el problema de alimentar a nuestros animales con una dieta cruda desequilibrada? Hace unos meses, compré alimento ya envasado a Hunt y a pesar de que la etiqueta indicaba una proporción correcta de ingredientes, mis gatos enfermaron: se llenaron de caspa, engordaron muchísimo aún comiendo menos de lo debido y empezaron a vomitar la comida a diario, lo que les provocó deshidratación. Mi caso no fue el único pero sí fue el menos grave. (En la las historias de Oma the golden podrán ver algunos comentarios sobre este alimento en la carpeta «No recomendados»). Entonces, es importantísimo tener en cuenta que una falsa alimentación «fresca», natural o BARF, puede ser aún más peligrosa que la peor comida seca que consigas en el supermercado. Una de las discusiones eternas que tengo con mis amigos es que alimentar a un gato (o perro) con un pedazo de carne no es lo mismo que darles de comer una presa con sus ojos, sangre, huesos, órganos, etc. Van a faltar muchísimos nutrientes y el animal se descompensará, en algunos casos, de manera irreversible. Si no se va a hacer de modo consciente y bien, con la guía de un veterinario – nutricionista certificado, ni lo intenten.
3. No improvisemos.
Si queremos que nuestro gato (o perro) se alimente como es debido, debemos tener en cuenta muchos factores: estado de salud general, edad, actividad, peso y si es de interior o exterior. Para eso hay que hacer hemograma completo, ecografía (*) y análisis de orina. Y en base a esos datos y si el animal está sano, se arma una fórmula específica que debe tener las siguientes proporciones:
PERROS 50% de hueso carnoso 30% de carne 5% de hígado 5% otras vísceras 10% frutas o verduras
GATOS: 40% de hueso carnoso 30% de carne 10% hígado 10% vísceras 10% corazón (taurina)
No todos los animales pesan lo mismo ni tienen los mismos requerimientos y por eso la dieta debe ser personalizada. Por eso, lo primero que hay que hacer es una transición para pasar de cocido a crudo. Esto general mucho stress en los tutores porque algunos animales no quiere dejar las harinas. Además, alimentos deben pre-freezarse por un mínimo de 72 horas para evitar ciertos parásitos que se introducen en la carne de los músculos. Una vez tomados todos los recaudos, podremos arrancar a hacer el cambio.
5. ¿Qué pasa con las bacterias?
La congelación de la carne no mata las bacterias pero si realmente estás preocupado por eso, es bueno recordar que muchos perros comen, olfatean y pisan cacas propias y ajenas. Y el 60% de la caca está compuesto de bacterias. «El estómago de tu perro o gato tiene un rango de pH de 1 – 2.5, por lo que es sumamente ácido. Nada puede sobrevivir a ese ambiente ácido, esto existe para proteger a tu mascota de la carne cruda y otros materiales fungibles que muy probablemente estén contaminados», dice la Dra. Karen Becker. La salmonela más contagiosa es la Heidelberg pero si vos tomás precauciones (no comés carne cruda, ni te chupás los dedos luego de manipular la materia prima ni comés caca de perro) no vas a tener problemas.
6. Suplementar es clave.
Los suplementos (huevo, Omega3, probióticos, etc) no se negocian y son fundamentales, incluso si usás alimento seco para formular una alimentación adecuada. Entonces: siempre hay que consultar con un buen profesional, hacer estudios completos antes de arrancar y respetar las indicaciones al pie de la letra. Si uno no puede hacer hacer la dieta en casa, siempre se puede buscar el mejor proveedor de alimentación fisiológica: revisen nutrientes, descarten todo aquello que tenga cereales, consulten con aquellos que saben más, lean las etiquetas.
(*) No permitan que apliquen anestesia al animal para hacer análisis o ecografías sin un estudio pre-quirúrgico. Hay una moda de dormir a los gatos o perros que está costando muchas vidas.
Aunque la dieta fisiológica o alimentación natural a base de carne cruda de excelente calidad es lo mejor que podemos hacer por nuestros animales, la realidad es que no todos quieren prepararla. No es que sea difícil pero requiere entrenamiento, perder el miedo y sobre todo, costumbre. Lamentablemente, no hay otros productos en el mercado que se acerquen a una dieta armada en casa, donde es uno el que elige a conciencia cada producto que está usando de acuerdo con los requerimientos nutricionales de nuestro animal. Además, es muy difícil de saber con precisión, qué es lo que pone la industria en la lata o el paquete porque los organismos que regulan la alimentación para mascotas, tanto en Argentina como en Estados Unidos, es muy laxa. En nuestro país, no hay tantas ofertas de alimento como en otras partes del mundo. Aquí las latas, por ejemplo, no son tan populares y solo utilizamos aquello que nos (mal) aconseja el veterinario o, incluso, lo que conseguimos a las apuradas en el supermercado. En #MiGatoDinamita siempre insistimos en que hay que aprender a leer las etiquetas pero hay que tener cuidado porque no siempre lo que dicen las etiquetas es lo que tiene el alimento. Por eso es tan importante informarse, hablar con el veterinario que atiende a nuestros animales y diseñar un plan conjunto. Podés armar viandas para tener el freezer y así no estar todo el día pensando en qué le vas a dar de comer al gato. También podés armar las raciones de carne, vísceras, corazón y hueso carnudo (alitas o cogote de pollo) para cada día, envolverlas en paquetes por separados y acordarte de bajarlos del freezer a la heladera la noche anterior. Y si verdaderamente no podés costear este tipo de alimentación o no tenés ganas de hacerlo, humedecé la comida seca con caldo de huesos, agregá aceite de pescado, usá probióticos y semillitas trituradas. Los vegetales fermentados son muy baratos y los podés hacer vos en tu casa en menos de 20 minutos y son excelentes probióticos. No será la mejor opción pero seguro que va a ser más beneficioso que darle solamente las croquetas.
Cada vez son más veterinarios los que aconsejan dar alimento fresco a los gatos y perros. Sin embargo, todavía no están muy seguros sobre la carne cruda. La verdad, es que la carne cruda, pre freezada y de buena calidad, es lo que nuestros animales deben comer porque su organismo está preparado para comerse una rata sin necesidad de pasar por bromatología. Ahora, si tanto vos como el veterinario aún tienen dudas, se puede optar por cocinar la carne. Vas a tener casi todos los nutrientes de la alimentación natural excepto por las enzimas y fitonutrientes libres que están presentes en los alimentos vivos (o crudos). Yo misma a veces cocino la carne cuando por alguna razón no se terminó de descongelar.
También es cierto que algunos animales se niegan a comer el alimento crudo o frío y prefieren la comida tibia y cocida. ¿Cómo se cocina? Siempre a fuego lento, al horno o en el caso del pollo, también puede ser al vapor. Es importante tratar de perder la menor cantidad de taurina, tan importante para nuestros gatos. Ahora bien: las vísceras, el corazón y los huesos de pollo (cogote y ala) deben servirse crudos. Los huesos NUNCA deben cocinarse porque podrían astillarse y provocar un desastre en nuestro animal. Y otra cosa importante: utilizar el jugo de cocción porque allí siempre quedan nutrientes.
Nota: no soy partidaria de suplementar el alimento con taurina porque considero que todo lo que está en la naturaleza, debe aprovecharse. Y al darle carne cruda y corazón, la dosis de taurina está cubierta. De todos modos, hablalo con tu veterinario holístico de confianza y discutan qué es lo mejor para la salud del animal.
La salud de tu gato empieza por su alimentación. En este artículo, exploramos cómo una alimentación adecuada que puede transformar su salud.
La industria del alimento para animales ha dominado el mercado durante décadas. Promocionan productos que, en teoría, brindan todo lo necesario para la nutrición de nuestros animales. Esta conveniencia hace que alimentarlos sea fácil. Pero, ¿no nos estaremos engañando? Imaginá vivir solo de comida rápida y galletitas. Nos olvidaríamos rápidamente de planificar y elegir productos saludables, y ni siquiera entraríamos a la cocina. Sin embargo, sabemos que eso nos enfermaría gravemente. Entonces, ¿por qué pensamos que un ultraprocesado es bueno ellos? Transformá la salud de tu gato a través de una alimentación adecuada.
Algunas preguntas
¿Qué tan «balanceado» es realmente el alimento balanceado? Al observar más de cerca, es evidente que gran parte de las opciones disponibles están compuestas principalmente por harinas, hidratos de carbono y cereales de baja calidad. Estos ingredientes no corresponden a las necesidades naturales de nuestros gatos, que son carnívoros estrictos.
¿Por qué seguimos alimentando a nuestros gatos con productos procesados y secos, como las croquetas, cuando sabemos que su dieta en la naturaleza estaría compuesta casi exclusivamente de proteínas y grasas animales? Este tipo de alimentos, altamente deshidratados y repletos de conservantes, son en muchos casos responsables de una amplia gama de problemas de salud en nuestras mascotas, como la diabetes tipo 2, pancreatitis, obesidad, alergias, problemas urinarios, entre otros. Transformá la salud de tu gato cambiando su alimentación a opciones más acordes a sus necesidades nutricionales.
«Todas las facultades de medicina veterinaria tienen una relación profesional con alguna de las principales empresas de alimentos para mascotas que abastece, sin costo alguno, a la universidad y al hospital, no solo con alimentos para los animales del hospital, sino también alimentos para mascotas para los estudiantes de veterinaria”. Karen Becker.
Un veterinario no es necesariamente un nutricionista animal
Uno de los grandes desafíos es que algunos veterinarios continúan recomendando estos alimentos industriales, a menudo por falta de información actualizada o por conveniencia. Sin embargo, como tutores responsables, debemos cuestionar estas recomendaciones y buscar alternativas más saludables. Un diálogo abierto con el veterinario sobre las necesidades biológicas de nuestro gato es fundamental, y si no encontramos apoyo, siempre podemos consultar a un especialista en nutrición animal.
Cuando Olivia llegó a la casa de Laura y Daniel, el alimento natural ya estaba incorporado a la dieta, ya que Isidoro, el otro gato de la familia, había hecho la transición previamente. Este cambio en la alimentación les ha proporcionado, en primer lugar, un sistema inmune más fuerte. Además, ahora tienen más energía y están correctamente hidratados. Es importante recordar que los gatos son los únicos animales que se hidratan principalmente a través de su comida.
Tomar la decisión de cambiar la dieta no es fácil. A menudo, uno se siente abrumado por interrogantes y teme cometer errores. Sin embargo, si se sigue la guía de un nutricionista y se realizan controles periódicos, el proceso funciona de maravilla. Con el tiempo, los ajustes en las cantidades se vuelven casi automáticos. Eso sí: no se cambia una dieta sin estudios completos. Tampoco hay que improvisar: darle pollo al gato o un pedazo de carne no es bueno. Y si no se puede cumplir a conciencia, mejor no moverse del ultraprocesado.
Potenciá el bienestar de tu gato
Hacer un cambio en la alimentación de nuestro gato no solo implica optar por productos más naturales y frescos, sino también replantearnos algunos de nuestros hábitos. Un error común es sobrealimentar a los gatos, especialmente cuando tenemos el alimento seco disponible durante todo el día. Muchos alimentos industriales están diseñados para ser altamente palatables y adictivos, lo que puede llevar a que el gato coma más de lo que realmente necesita. Es importante recordar que los gatos regulan su saciedad en base al contenido de proteína animal en su dieta.
Si su comida no tiene suficiente o si su cuerpo no la reconoce como fuente de energía adecuada, es posible que sigan comiendo sin detenerse. Por eso, es esencial ser conscientes de las porciones y asegurarnos de que la dieta sea rica en proteínas de alta calidad. Finalmente, el cambio de alimentación debe ser un proceso gradual y controlado. Introducir poco a poco alimentos frescos y naturales puede hacer una gran diferencia en la salud de tu gato. Y lo más importante, es un acto de amor que puede prolongar su vida y mejorar su calidad de vida.
Conclusiones
Modificar la alimentación de tus peludos es un paso fundamental hacia su bienestar. Al adoptar una dieta adecuada, no solo mejorarás su calidad de vida, sino que también favorecerás un sistema inmune óptimo. Sin embargo, es importante recordar que este proceso no admite improvisaciones. La dieta Barf, aunque es simple, tiene sus propias reglas que deben cumplirse para garantizar la salud de tu animal. Si no puedes seguir estas pautas al pie de la letra, considerá mantener el alimento ultraprocesado. Siempre se puede complementar su dieta seca con ingredientes frescos y naturales que reduzcan sus efectos nocivos.
Recordá: Cada gato es único, y es fundamental prestar atención a sus necesidades específicas. Consulta con un veterinario o nutricionista especializado en felinos antes de hacer cambios en su alimentación. Y hacé chequeos semestrales.
¡Transformá la salud de tu gato hoy mismo! Comenzá a investigar sobre la dieta Barf y descubrí cómo podés hacer una diferencia positiva en su vida. Tu peludo te lo agradecerá.
El primer paso, es ir al veterinario, pesar a nuestro gato, hacer análisis de rutina y si es adulto (mayor de 1 año), 100% saludable y no está dando de mamar ni está preñado, podemos arrancar. Es importante tener en cuenta que los animales vienen de comer alimento seco, que muchas veces, les deja el organismo en malas condiciones. Entonces, es fundamental descartar cualquier patología y asegurarnos de que los riñones, estén funcionando bien. ¿Qué otras cosas debemos tener en cuenta? Actividad física, si está castrado o no y si es gato de interior o exterior. En base a esto, el veterinario deberá decirnos si nuestro felino debe bajar de peso, aumentar algunos gramos o si está en su peso ideal.
Generalmente, cuando uno sirve croquetas, tiende a llenar el comedero porque todo parece poco y el gato siempre pide más. Este error, sumado a que el alimento industrial es puro carbohidrato, solo hará engordar a nuestra mascota. ¿Cuánto alimento diario (fresco) necesita si está en forma? Entre el 3 y el 4% de su peso, emulando el tipo de presa que ellos cazan en la naturaleza.
Como siempre digo: hay que formar equipo con el profesional que uno elija, para que nos ayude a formular la nueva comida y una vez que arrancamos la dieta natural, ir comentándole cómo evoluciona nuestro gato por si hay que hacer ajustes. No hay que obsesionarse, lo aclaro porque es muy fácil que suceda pero hay que estar atentos y controlarlos cada 20 días, aproximadamente. Sobre todo al principio. (A mi gato Amtommio, por ejemplo, todo el tiempo hay que estar ajustándole la dieta porque, por su metabolismo, tiene tendencia a perder peso).
Una vez que sabemos cuánto alimento por día debe consumir, vamos a dividirlo de la siguiente manera: un % de huesos carnudos (alitas o cogote de pollo. Yo uso el cogote porque es más fácil de cortar), un % de carne (cerdo, pollo, vaca), un % de corazón (vaca o pollo), un % de hígado y un % de otras vísceras (seso, riñón, etc). A esto, se le sumará una mínima parte de vegetales (fibra). Los gatos son carnívoros estrictos, por lo cual las verduras no deben superar los 20 gramos diarios.
Muchos se preguntan cómo hacer para dosificar la comida fresca y si es compatible con nuestra vida moderna. La verdad es que no es tan complicado y uno se termina acostumbrado y aprende a manejar sus horarios. Se pueden armar viandas semanales o quincenales y la comida puede servirse en tres veces, que es básicamente lo ideal. Ahora si por alguna razón se complica, se hacen dos tomas y listo. Recuerden que los felinos no deben pasar muchas horas sin comer. Existen además, unos comederos programables que suelen ser ideales para cuando pasamos muchas horas fuera de casa.
Algo muy importante y no debemos olvidar, son los suplementos. Hay que agregarlos sin abusar: algunos son de suministro diario y otros deben darse de forma alternada.
¿Qué pasa con el huevo? Es una excelente fuente de proteína para nuestras mascotas y debe servirse como snack (semi crudo) y nunca más de uno por semana (1/2 huevo un día y 1/2, otro día).
Es muy factible que noten un cambio en el cuerpo del gato. Se va a poner más fibroso, más atlético, más «gato», porque al sacarle los hidratos de carbono y darle alimento apropiado para su especie, va a ganar masa muscular. Ahora, si el gato tiene alguna patología, como es caso de uno de mis gatos, es otra historia y ya no será una dieta base lo que consuma sino una formulada según sus requerimientos de salud, sin excepción.
Cualquier consulta, escribir a migatodinamita@gmail.com
Cuando uno le cambia la alimentación al gato, muchas cosas empiezan a mejorar, empezando por su pelo, su estado de ánimo y su comportamiento general. Desde que mis gatos comen alimentación natural, duermen toda la noche. Molestan, desde luego, como cualquier gato saludable que vive activo y jugando. Pero solo durante el día. Y ya no rompen cosas como antes. Por eso es muy importante darles alimentos frescos de buena calidad, libres de gluten, harinas, cereales y metales pesados.
En Argentina todavía hay muy poca oferta de alimentos frescos comerciales y muy pocos veterinarios con ganas de ayudar a sus pacientes en la transición pero hay que insistir. También es cierto que los precios no siempre ayudan y uno termina creyendo que darle carne al gato puede salir carísimo pero no siempre es así. Podemos usar los recortes menos magros (siempre quitándoles la grasa), menudos de pollo (ahí tendremos cogote, hígado, corazón para nuestro plato), alitas de pollo, vegetales fermentados (son fáciles de preparar y muy económicos), etc. Lo importante es establecer un plan nutricional con el veterinario porque no es lo mismo alimentar a un gato con alguna patología que darle de comer a un gato joven y saludable. Entonces, si estás decidido a hacer un cambio en la vida de tus mascotas, exigí al veterinario que te ayude con las proporciones de acuerdo al peso, edad y salud y no te angusties durante la transición. Hay gatos que aceptan el nuevo alimento sin problemas y hay otros a los que les cuesta más. Empezá con muy poca cantidad de alimento fresco. Algo pequeño. Los gatos se estresan fácilmente y nadie quiere que un cambio brusco enferme al animal.
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