Cuando las fiestas son más para nosotros que para ellos.

Cómo celebrar las fiestas pensando en mis animales

Celebrar las fiestas con animales


Desde que mis gatos forman parte de mi vida, las fiestas dejaron de ser solo una excusa para reunir a la familia o decorar la casa. Ahora, cada decisión que tomo tiene en cuenta su bienestar: para mí es clave celebrar pensando en mis animales. Aunque algunas personas pueden pensar que exagero, la verdad es que mi experiencia me ha enseñado que prevenir siempre es mejor que curar, sobre todo con gatos que, como sabemos, tienen una forma particular de enfrentarse a los cambios.


Hay algo muy importante que aprendí en todos estos años: la clave para que las fiestas sean tranquilas para todos es planificar con anticipación. Siempre dejo su rutina lo más intacta posible, sin importar si estoy en casa o no. Por ejemplo, jamás los automedico, algo que parece obvio pero que, lamentablemente, muchas personas hacen en estas épocas por desconocimiento. Prefiero usar Flores de Bach de manera preventiva, ya que me ayudan a gestionar el estrés en mis gatos durante todo el año. Tampoco los sobrecargo con mimos o atención extra; aunque pueda sonar contradictorio, invadir su espacio en un momento de estrés puede ser tan dañino como ignorarlos.

Recuerdo una Navidad hace algunos años, cuando todavía vivían conmigo Amtommio, Curni Lov y Dr. Oli Shapiro. Esa vez decidí visitar a una amiga y quedarme a dormir en su casa. Antes de irme, tomé todas las precauciones posibles: les dejé música, bajé las persianas para evitar ruidos molestos, y me aseguré de que tuvieran un lugar seguro donde esconderse si algo los inquietaba. Cuando regresé al día siguiente, estaban bien, pero no puedo negar que la experiencia me dejó pensando. Desde entonces, trato de no alejarme mucho de ellos durante las fiestas, especialmente ahora que mis convivientes felinos son mayores y un poquito más demandantes.



Otro aspecto fundamental es la seguridad. Desde hace tiempo eliminé las velas de mis decoraciones. Por lindas que sean, simplemente no valen el riesgo. También aprendí que dejar decoraciones frágiles o tentadoras al alcance de los gatos es un gran error. Aunque soy fan de los adornos brillantes, como guirnaldas y cintas, sé que pueden ser peligrosos si deciden jugar con ellos, o peor, si los ingieren. La creatividad a la hora de decorar se convirtió en un desafío interesante: buscar opciones seguras que también se vean lindas es parte de mi rutina navideña.

Por supuesto, la comida es otro tema importante. A veces, en medio de la celebración, alguien puede pensar que un pedacito de pan dulce o un bocado de lo que queda en el plato no les hará daño. Nada más lejos de la verdad. En mi casa, la regla es simple: mi comida es mía, y la de ellos, exclusivamente para ellos. Los alimentos humanos suelen ser demasiado ricos en grasas o contener ingredientes que pueden ser tóxicos, como chocolate, café, uvas o productos horneados con xilitol. No me arriesgo ni un poco con eso.

Durante muchos años, el árbol de Navidad fue un símbolo central en mis fiestas. Recuerdo con cariño el árbol de Navidad que tuve por última vez en 2010. Era hermoso, comprado en Alparamis y decorado con adornos mágicos que elegí con cuidado en un lugar especial llamado Regalos Goya. Desde niña, mi mamá solía llevarme a ese lugar y me dejaba elegir un adorno nuevo para el árbol de la familia cada año. Era una pequeña tradición que, cuando crecí, trasladé a mi propio hogar. Me emocionaba romper el chanchito y decorar mi árbol con esos ornamentos que parecían sacados de un cuento.

Sin embargo, la llegada del Dr. Oli Shapiro cambió todo. Su primer encuentro con el árbol fue una aventura para él… y un desastre para mí. En cuestión de horas, había logrado tirarlo al suelo, desarmarlo y esparcir ramas, luces y adornos por toda la casa. Por más que intenté repararlo, me di cuenta de que no era compatible con mi nuevo estilo de vida felina. Así que, en lugar de seguir luchando, tomé una decisión que en ese momento me pareció radical. Quité las luces, guardé los adornos en cajas y doné todo a un hogar de niños.

Desde entonces, no volví a armar un árbol de Navidad pero me quedé con dos estrellas, una de ellas, está al costado de mi cama. Aunque a veces extraño ese rincón brillante y lleno de colores en casa, su ausencia me hizo replantear cómo celebro las fiestas. Ahora mi enfoque está en crear un ambiente tranquilo y seguro para mis compañeros felinos. No hay adornos tentadores que puedan romper o ingerir, y tampoco luces o guirnaldas que despierten su curiosidad. A cambio, he aprendido a disfrutar las fiestas de una forma más simple y relajada, adaptada a sus necesidades.


No quiero decir que todos deban renunciar a sus árboles, pero sí me parece que es importante encontrar un equilibrio. Si querés mantener el espíritu navideño sin poner en riesgo a tus gatos, hay muchas alternativas. Podés decorar las ramas bajas con adornos irrompibles o llenar la casa de lucecitas led. También se puede anclar el árbol para evitar accidentes, o incluso optar por una versión más pequeña y segura. Lo importante es recordar que cada hogar es diferente, y lo que funciona para unos no siempre es lo mejor para otros.



En los últimos años, vestir a los animales se ha convertido en una tendencia que, aunque a muchos puede parecer adorable, no tiene en cuenta su bienestar. Tampoco considera sus necesidades reales. Para quienes convivimos con gatos o perros, es importante recordar que ellos ya cuentan con su propio abrigo natural: su pelaje, diseñado por la naturaleza para protegerlos del frío o el calor. Añadirles ropa no solo es innecesario, sino que puede ser contraproducente para su salud física y emocional.

En el caso de los gatos, que son extremadamente sensibles a los cambios en su entorno, ponerles ropa puede ser una experiencia altamente estresante. Estos animales valoran su libertad de movimiento, y cualquier elemento que les impida moverse con naturalidad puede generarles malestar. Además, el estrés derivado de estas situaciones puede afectar su comportamiento, llevándolos a esconderse, rascarse compulsivamente o incluso dejar de comer e incluso, enfermar.

Otro punto importante a la hora de celebrar las fiestas con animales es que muchos materiales utilizados en la ropa para animales no son transpirables ni cómodos para ellos. Esto puede provocar irritaciones en la piel, sobrecalentamiento o, en el caso de tejidos más rígidos, lesiones por roce. Por más bonito que parezca un disfraz o un suéter, la prioridad siempre debe ser su bienestar.

Es cierto que algunos perros de razas pequeñas o con poco pelaje pueden requerir abrigos ligeros en invierno. Esto es especialmente necesario en lugares con temperaturas bajo cero. Sin embargo, esto debe hacerse con un enfoque funcional y bajo recomendación veterinaria, no como una moda o para generar contenido en redes sociales.


Vestir a los animales puede ser tentador en épocas como Halloween, Navidad o incluso para sesiones de fotos, pero antes de hacerlo, es fundamental preguntarnos: ¿esto beneficia realmente a mi compañero de vida o solo me resulta lindo a mí? Si la respuesta no considera su bienestar, probablemente sea mejor dejarlo tal como es: perfecto y hermoso con su pelaje natural.

Recordemos siempre que la mejor manera de mostrarles amor no es a través de adornos, disfraces o prendas, sino respetando su naturaleza y ofreciéndoles un entorno seguro y cómodo. Ellos no necesitan ropa para ser adorables; su esencia ya lo es.

Este año, mis planes para las fiestas son sencillos. Probablemente me quede en casa o visite a mamá. Lo que sí sé con certeza es que no me voy a separar de Curni Lov, Dr. Oli Shapiro y Grillo (el gato del vecino), quien ahora también se ha sumado al equipo. Y aunque pueda parecer que ellos simplemente duermen o exploran como cualquier otro día, sé que su tranquilidad depende en gran medida de las decisiones que yo tome.

Si querés aprender más sobre cómo cuidar a tus gatos durante las fiestas o el verano, te invito a descargar el último número de Hello Cats. En esta edición hablamos sobre cómo hacer que esta época del año sea segura y agradable para ellos, sin importar tus planes.

Gato

Mejor prevenir que curar

Llevo escribiendo sobre bienestar animal desde el 2015 y, para mi sorpresa, la mayoría de las personas que aseguran amar a sus animales no los cuidan correctamente. Los aman como si fueran hijos pero creen que prevenir es algo que siempre puede esperar «un poco más».


Desde mi punto de vista, siempre es mejor prevenir que curar, brindándole al gato o perro una nutrición apropiada para su especie y teniendo una casa catfriendly. O para decirlo de otro modo: la comida ultraprocesada, esa que en los negocios nos venden como lo mejor de lo mejor, es la causante de muchas enfermedades evitables. Y toda esa vegetación que hace que tu hogar se vea hermoso, podría intoxicar a tu gatito. Entonces, ¿estarías dispuesto a brindarle una mejor calidad de vida a ese animal que convive con vos, eliminando los peligros inmediatos?

1. Hagamos un poco de historia.

Mejor prevenir que curar

En el año 2015 a gato Amtommio le diagnosticaron un fibrosarcoma, producto de una vacuna. Según Pablo Maure (inmunólogo) le explicó a Hello Cats, los fibrosarcomas son tumores subuctáneos que se dan por inoculaciones de diversas sustancias. Este tipo de tumor no es solo muy frecuente sino que requiere de varias cirugías ya que suelen ser reincidentes. Mi gato, además, tenía micoplasma, con lo cual, la situación de su sistema inmune era realmente crítica.

No había muchas opciones pero sí había una esperanza: mejorar sus defensas modificando su comida. «Esto es así: o le cambiás la alimentación o tu gato se muere», me dijo una de las veterinarias que lo atendió por aquellos años. Y eso hice. Al principio inventando recetas, para salir del paso porque realmente no sabía qué hacer y más tarde, «haciendo la tarea» y aprendiendo a formular. ¿Es importante saber formular? Desde luego: una dieta fresca debe ser completa y adecuada en proporciones e ingredientes. Y en esto no hay que improvisar. Lisa Pierson de Catinfo, es muy clara al respecto: «Si lo vas a hacer, hacelo bien o no lo hagas. No es difícil hacer comida para gatos pero hay que hacer la tarea primero (aprender). Y no volverse creativo, agregando u omitiendo ingredientes de una formulación balanceada».

2. Luego del diagnóstico.

Plantas tóxicas

Hasta ese momento yo no sabía nada de animales; creía que los gatos eran de bajo mantenimiento. Y que con castrarlos, darles las vacunas correspondientes, cambiar piedritas y poner alimento seco en un cuenco, bastaba. Incluso los llevaba de paseo a la casa de mis amigos, donde además, había otros gatos. «Para que socialicen», decía. Un disparate total. La noticia es que los felinos se estresan fácilmente, se hidratan a través de lo que comen y por eso es tan importante una nutrición adecuada. Además, son curiosos y podrían caerse si no ponemos redes de contención en terrazas y balcones o mordisquear esas plantas tóxicas que tenemos en casa y enfermarse o morir. Entonces: siempre es mejor prevenir que curar.

Es crucial tener un buen veterinario

3. Mejor prevenir que curar.

No esperemos a que el gato se enferme de los riñones y sea imposible salvarlo para tomar la decisión de modificar su alimentación. Son carnívoros estrictos, necesitan alimentarse según los requerimientos de su especie. ¿Te regalaron lirios? Son letales, toda la planta lo es: el gato pisa el polen, luego se lame y listo, ya tenés una urgencia veterinaria. Acá no vale el «nunca toca» o «si está en el balcón, yo estoy con él» porque todo pasa en un segundo de descuido.

Amtommio falleció en abril del 2018 pero gracias al cambio de alimentación, pudo vivir muy bien a pesar del fibrosarcoma. Y además, dejó un legado: muchos seguidores y lectores han modificado la alimentación de sus animales, ayudándolos a tener una mejor calidad de vida gracias a mi gatito. Porque no es lo mismo estar saludable que sobrevivir. Y tampoco es lo mismo, prevenir que curar.

Amtommio